miércoles, 26 de noviembre de 2014

EL FANTASMA DE CANTERVILLE - Charly García





La canción debería ubicarse en el contexto de la sociedad argentina de comienzos de los 70, en medio de los cambios generacionales de los 60, pero aún tradicionalista, y aturdida por tremendos conflictos políticos y sociales previos a la dictadura militar de 1976. Sin embargo la idea general es aplicable a cualquier momento y circunstancia.

García muestra a un personaje en busca de valores dentro de la sociedad opresora, en una búsqueda que incluye un sinceramiento consigo mismo y reflexiones interesantes en el terreno de lo humano. También se expone el conflicto de la individualidad perdida dentro de la ciudad, de la gente...

El personaje (¿el mismo García?) comienza exponiendo los falsos criterios morales de la sociedad anticuada (a la que además hace referencia en muchas otras canciones). Para la sociedad es lo mismo pagar las deudas que pagar por el "amor", algo que, por definición, no tiene precio... Él se comportó así, pero la consecuencia es que la sociedad se lo tragó y no tiene (o no tenía) forma de lograr esa individualidad a la que hacíamos referencia, ni de pensar por sí mismo. Pasa inadvertido por ser sólo un engranaje más en esa máquina social.

García toma como referencia el fantasma de Canterville, un cuento de Oscar Wilde en el que, precisamente, se muestra un fantasma que no logra llamar la atención, ni asustar y que además es víctima de aquellos a los que pretende atacar. De la misma forma, el "fantasma" de la canción es víctima de la sociedad a la que no puede convencer de sus ideas renovadoras, de su visión diferente de la vida... Es así que reniega de aquellos que lo han ofendido, pero no puede hacerles nada, porque está metido en la sociedad esquemática, en la "legalidad".

Sin embargo en la última línea de esa misma estrofa (la segunda) se marca el quiebre entre esa vida chata y desprovista de emoción y una "nueva vida" pautada a través de la "muerte", de ese nuevo estado de situación: ahora está "afuera" de todo eso, ahora sabe lo que es la libertad, ahora puede amar, ahora tiene "aire", porque antes le oprimían el pecho los mecanismos sociales; ahora no le importa lo que piensen de él, lo que opinen los demás...

Finalmente explica el significado de esa nueva muerte, anteponiéndola al estado vegetativo "un número que viene y va" ( nos podemos imaginar a un hombre haciendo las mismas cosas una y otra vez, del trabajo al living, del living a la cama y de la cama al trabajo, en consonancia con "yendo de la cama al living"). Es mejor morir dándose la cabeza contra la sociedad, "acribillado"(que es algo que ha pasado "muchas veces"), que estar deambulando como un fantasma ignorado y objeto de burlas.

Está muerto, como el fantasma de Canterville, antes y ahora, pero logra triunfar en la medida en que deja de ser sólo un "número". Sin embargo, es un triunfo a medias, porque el estado final se muestra como algo depresivo, con inactividad y esperando recibir el confort de la compañía de la amada. Así, ese nuevo status no es grandilocuente... allí tiene perros (¿símbolos de la anuencia pasiva?) y cosas intrascendentes; es un estado natural, en el que lo fundamental es la libertad y sobre todo la libertad de amar.


El fantasma de Canterville - Charly García

Yo era un hombre bueno, si hay alguien bueno en este lugar
pagué todas mis deudas, pagué mi oportunidad de amar
sin embargo estoy tirado y nadie se acuerda de mí
paso a través de la gente como el fantasma de Canterville.

Me han ofendido mucho y nadie dio una explicación
¡hay! si pudiera matarlos, lo haría sin ningún temor
pero siempre fui un tonto que creyó en la legalidad
ahora que estoy afuera, ya sé lo que es la libertad.

Ahora que puedo amarte, yo voy a amarte de verdad
mientras me quede aire, calor nunca te va a faltar
y jamás volveré a fijarme en la cara de los demás
esa careta idiota que tira y tira para atrás.

He muerto muchas veces acribillado en la ciudad
pero es mejor ser muerto que un número que viene y va
y en mi tumba tengo perros y cosas que no me hacen mal
después de muerta nena, vos me vendrás a visitar. 

(la censura, y modificaciones posteriores, hacen que la interpretación de León Gieco en su disco "El Fantasma de Canterville" cambie significativamente algunos de los conceptos básicos del tema original)



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